El estrés es parte de la vida

Yo estuve en el escritorio con la frente pegada al teclado. Así que este encuentro surge de mi propio vínculo con el estrés y lo último que vas a escuchar es “no te estreses” jajajaja Tomaremos como punto de partida que el estrés es parte de la vida (incluso beneficioso en algunos aspectos a nivel biológico) y el tema es crear nuestras propias maneras de gestionarlo sanamente.

En la última oficina en la que trabajé lo bautizamos “el síndrome Marques de Paiva” (ese es mi apellido): cero ganas de despertarme, angustia, dificultad para enfocarme, sobreanálisis y poca acción, irritabilidad, ansiedad y un largo etc. Doy fe de que viví en automático unos cuantos años haciendo lo que “había que hacer”: estudiar y rendir siempre bien, trabajar de lo que estudiaste y poder bancarte.

Para darte una idea, el último año de laburo en relación de dependencia me puse a llorar en la oficina al segundo día de haber vuelto de las vacaciones (y el primer día me había aguantado el llanto seguramente).

Las personas en algunos momentos requerimos de la sensación de “tocar fondo” para elegir distinto; otras veces es más fluido. A mí ese estrés acumulado me llevó a elegir independizarme y dedicarme a lo que me gusta -y a ser mi propia conejita de indias en un montonazo de herramientas y disciplinas-.

 

Creo que ante aquello que nos estresa (que puede ser muy diverso y muy común a la vez) no hay recetas universales. Lo que me sirvió a mí en ese momento puede no servirte a vos hoy y sí serte útil mañana o quizás tampoco. Pero sí siento que hay algunas claves comunes a todxs que me gustaría compartir:

-Lo valioso de distinguir el estrés benéfico (esa sutil incomodidad que te pone en movimiento para crecer) para incrementarlo en nuestros días y el estrés negativo (que te mantiene en alerta todo el tiempo y te impide básicamente vivir) para minimizarlo.

-Lo importante de registrar el estrés no sólo a nivel mental (mindset) y emocional (relacional) sino también físico. El cuerpo se estresa si no está bien nutrido, descansado y en movimiento.

-Diferenciar el gatillo de la creencia/juicio donde se ancla lo que me estresa.

-Entender que los “chupetes” distractores que usamos para salir del estrés son útiles pero no sustentables a largo plazo.

-Experimentar diferentes herramientas para entrenarnos en la presencia, la permisión y la elección. Ir viendo las que van mejor conmigo a cada momento y permitirme cambiarlas si siento que no van más.

 

Sobre estas cosas -y más- vamos a intercambiar en el Botiquín antiestrés.

Sábado 20-05 de 15 a 17 hs (ARG)

Presencial en Caballito + online vía Zoom (queda grabado)

Inversión para alumnxs $3500

Inversión público general $5000

Si estás en Argentina podés abonar por transferencia bancaria o de Mercado Pago antes de la fecha del encuentro y enviarme el comprobante para reservar tu cupo. Si estás fuera del país escribime para abonar por Paypal.

 

Te espero! Preguntas bienvenidas siempre!